PROGRAMA 163 DE STRAWBERRY FIELDS. RINGO STARR VIAJA HASTA AUSTRALIA PARA REUNIRSE CON THE BEATLES (JUNIO 1964).
PROGRAMA 163 STRAWBERRY FIELDS
¿Qué tal familia beatle? Déjame darte la bienvenida a una nueva entrega de Strawberry Fields, la 163, en la que vamos a continuar con el repaso de la historia de nuestros chicos allí donde lo dejamos hace un par de semanas. Antes de continuar, déjame pedirte perdón porque hoy mi voz no estará en las mejores condiciones y lo puedes notar a lo largo del episodio, ya que he tenido un catarro bastante fuerte agarrado al pecho y lo estoy empezando a soltar, lo que hace que en estos momentos esté en mi garganta. En el programa 161 nos embarcamos en la primera gira mundial de Los Beatles con Jimmie Nicol sustituyendo a Ringo Starr a la batería debido a una amigdalitis y faringitis. Las primera paradas fueron en Dinamarca y Holanda y hoy cogeremos un avión para continuar con la misma en Hong Kong y Australia, donde ya Ringo se volverá a reunir con sus compañeros. Como sabes, continúan abiertas las votaciones para los Premios de la Audiencia de iVoox y el que Strawberry Fields pueda tener opciones de alcanzar el primer lugar depende única y exclusivamente de ti. Por eso te pido que te dirijas a la descripción de este audio en formato podcast y que pulses sobre el primer enlace que te dejo para poder darme tu voto si crees que este programa lo merece. Mi nombre es José Ángel Martín y espero tenerte a mi lado durante los próximos minutos tanto si nos escuchas en Radio Oasis Salamanca, Radio Free Rock o tu plataforma de podcast preferida, así que no presta mucha atención y no cambies de emisora o plataforma porque esto ya está en marcha. Arranca Strawberry Fields.
[A HARD DAY'S NIGHT, THE BEATLES]
En la mañana del 7 de junio de 1964, los Beatles volaron de Ámsterdam a Hong Kong, en un viaje que duró más de 24 horas ya que se realizaron varias paradas para repostar. El grupo voló primero al aeropuerto de Londres, donde su vuelo de conexión se pospuso una hora para que pudieran alcanzarlo. Una vez a bordo, el vuelo a Hong Kong de las 10.15 de la mañana despegó. Dereck Taylor lo recordaba así:
Al día siguiente volamos de regreso a Londres y, ahora acompañados por la tía de John, Mimi, abordamos un Boeing 707 de BOAC con destino a Hong Kong. El vuelo comenzó en armonía y con una fatiga extrema. Aún tenía que terminar la autobiografía de Brian, A Cellarful Of Noise, cuya serialización ya había comenzado en un periódico australiano. Había oído que se habían planeado recepciones en todos los aeropuertos a lo largo de la ruta a Hong Kong. Paul me llamó a su asiento y me dijo: «¿Sabes algo sobre estas llamadas «bienvenidas»?». Un poco, admití. Paul continuó: «Bueno, no haremos nada, estamos agotados. Será mejor que te asegures de que todo el mundo lo sepa». ¿Y ahora qué? Estaba seguro de que todo lo que se requería era un saludo y tal vez la aceptación de un ramo de flores; no me sonaba demasiado oneroso. Neill Aspinal dijo: «Tendréis que enviar un telegrama a cada parada para decir que no vamos a hacer nada». Pero en Zúrich iba a haber una banda tocando en el tejado del aeropuerto y les dije: «¿Lo habéis organizado vosotros?» me contestaron que no; pero pensé en que es una sociedad libre y si querían hacerlo... «Al carajo con lo que quieran (me contestaron) Deberían haberles dicho que los Beatles no iban a hacer nada. Es culpa vuestra. No le deben nada a una panda de gilipollas suizos». Finalmente, Neil y yo redactamos el telegrama entre los dos; a pesar de su dureza, él tenía una gran humanidad.
El avión hizo escalas programadas en Zúrich, Beirut, Karachi, Calcuta y Bangkok antes de llegar a Hong Kong. En cada terminal del aeropuerto se congregaron hordas de fans con la esperanza de ver a los Beatles, sin importar la hora del día o si el grupo realmente bajaba del avión. Nuevamente Dereck Taylor:
En el tejado de Zúrich había una banda tocando. La vi cuando descendimos y luego, cuando el avión se detuvo, la oí. Todos la oímos. El telegrama había llegado demasiado tarde o no había llegado. Miré a Paul, que sacudió lentamente la cabeza. John me sonrió con desdén. Mimi le dio un codazo en las costillas para animarlo, pero él dijo alegremente: «Ocúpate de tus asuntos, Mimi», y se quedó quieto. El problema era mío y lo afronté con una enorme cobardía que me hizo beber agua helada. Salí al aire fresco para decirle al portavoz de la banda que The Boys estaban demasiado cansados para salir. Se oyó un fuerte gemido, seguido de un rugido de ira mientras me escabullía de nuevo al avión; una vez más, anhelaba los viejos y dorados días de oscuridad...
[I'LL GET YOU, THE BEATLES]
En Beirut, la policía local utilizó espuma ignífuga para contener a cientos de aficionados que rompieron los controles de seguridad e invadieron la pista. En Karachi, Paul McCartney fue agredido mientras compraba recuerdos en el aeropuerto a las 2 de la madrugada, lo que le obligó a volver a subir al avión. La única parada que no tuvo problemas fue en Calcuta, donde lograron desembarcar para tomar una taza de té a las 6 de la mañana del 8 de junio.
Mientras el avión repostaba en Bangkok, unos 1.000 fans, muchos de ellos con uniformes escolares, irrumpieron en el aeropuerto gritando "¡Beatles, salgan!". El grupo obedeció y firmó autógrafos al pie de la escalerilla del avión. En el vuelo, John Lennon y Paul McCartney tuvieron una pelea de almohadas, que fue filmada por el camarógrafo australiano Mayo Hunter y dichas as imágenes se mostraron a la semana siguiente en la cadena Seven Network de ese país, poco después de que la gira de los Beatles llegara a Australia.
El mejor vuelo que recuerdo fue el que hicimos a Hong Kong. Duró varias horas y recuerdo que me dijeron: "Volved a vuestros asientos porque nos estamos acercando a Hong Kong" y yo pensé: "No podemos estar ya allí". Llevábamos unas 30 horas sentados en el suelo bebiendo y tomando Preludins y me pareció un vuelo de diez minutos.
En todos esos vuelos todavía íbamos con
estimulantes y eso fue lo que nos ayudó a salir adelante, porque bebíamos
whisky con Coca-Cola con cualquiera, incluso si era el diablo, y lo
encandilábamos.
George Harrison.
A medida que nos acercábamos a Hong Kong, el humor de los Beatles cambió. Se volvieron hoscos e inaccesibles. John, debido en parte a la presencia de Mimi y en parte a su mayor entusiasmo por Asia, era más o menos soportable; Paul y George no eran una compañía agradable. En este último tramo del vuelo, escribí a casa y les conté mis experiencias con los muchachos hasta la fecha. Llena de pesimismo y desilusión, la carta era una lectura deprimente. Rápidamente me di cuenta de que lo que en Sommerville había parecido insensibilidad y obstrucción era en realidad algo mucho más complicado. En resumen, sin su cooperación, nadie podría conseguir que estos muchachos hicieran algo que no estuviera escrito en sus contratos... Sin embargo, para mi gran alivio, los Fab Three se animaron cuando aterrizamos en Oriente. Al menos allí, además de saludar y sonreír, podían tocar algo de música, y así, después de todo, había comenzado esta aventura: con música. A veces, eso era difícil de recordar.
Derek Taylor
[I CALL YOUR NAME, THE BEATLES]
Más de 1.000 fans esperaban a los Beatles en el aeropuerto Kai Tak de Hong Kong cuando llegaron el 8 de junio. Se les permitió pasar por alto los trámites de aduanas e inmigración y fueron rápidamente trasladados al Hotel President en Kowloon, donde se les reservó alojamiento en el piso 15.
Nos habían reservado una habitación en el President porque era grande y nuevo, muy majestuoso. La suite de los Beatles acababa de ser desocupada por el presidente Sukarno de Indonesia, que había dejado atrás a su amante. A ella no parecía importarle el cambio de compañía; simplemente se sentó allí tranquilamente, hermosa y sonriente en silencio, como si estuviera esperando que el servicio de habitaciones la sacara (lo que aparentemente hicieron, ya que se fue al día siguiente). "¿Qué clase de hotel es este?", preguntó [la tía de John Lennon] Mimi, "¿dejando a mujeres desconocidas del huésped anterior tiradas por ahí?".
Derek Taylor
En el hotel, Paul McCartney y Neil Aspinall encargaron un par de trajes a medida de 24 horas de Hong Kong, un pedido popular entre los visitantes de la entonces colonia británica. McCartney también intentó visitar Kowloon, pero se vio obligado a regresar al hotel después de que sus fans lo reconocieran. Por su parte, Jimmie Nicol, que sustituyó a Ringo Starr en esta primera parte de la gira mundial, no sintió tales restricciones y pudo pasear sin problemas. Por la noche, los Beatles tenían previsto asistir al concurso Miss Hong Kong, que se celebraba en el Convention Hall del hotel, pero el largo viaje desde Ámsterdam los había dejado muy cansados y con jetlag, por lo que rechazaron la invitación, una decisión que provocó lágrimas entre las concursantes. Finalmente, John Lennon, que nunca rehuía los encuentros con mujeres, bajó al salón para saludarlas. Los Beatles también realizaron una conferencia de prensa en el Hotel President.
[YOU'RE MY WORLD, CILLA BLACK]
Mientras los Beatles estaban de gira en Hong Kong, George Martin estaba en Abbey Road trabajando en las mezclas para el LP A Hard Day's Night. Recopiló dos cintas que contenían las mezclas mono de las canciones de la banda sonora de la película, para que Capitol Records y United Artists las lanzaran en vinilo. Había ocho canciones en dichas cintas: "I Should Have Known Better", "If I Fell", "Tell Me Why", "And I Love Her", "I'm Happy Just To Dance With You", "I'll Cry Instead", "Can't Buy Me Love" y "A Hard Day's Night". "I'll Cry Instead" estaba inicialmente pensada para ser utilizada en la película, pero se dejó fuera del corte final. También se hicieron dos mezclas mono, de "A Hard Day's Night" y "Things We Said Today". La mezcla de la canción principal fue para United Artists, pero solo para usarla en la película.
[THINGS WE SAID TODAY, THE BEATLES]
Los Beatles dieron dos conciertos en el Princess Theatre en 130 Nathan Road, Tsim Sha Tsui, en la región de Kowloon de Hong Kong el 9 de junio de 1964, con The Maori Hi-Five como grupo telonero.
En Hong Kong, el periódico decía: "Los Beatles libraron una batalla perdida contra los gritos". Comparados con otros públicos, eran silenciosos.
El Princess Theatre era un lugar pintoresco y anticuado y tenía capacidad para 1.700 personas, aunque en ninguno de los conciertos se agotó el número de entradas debido al elevado precio de las mismas. La Beatlemanía había llegado a Hong Kong, pero la decisión del promotor de cobrar 75 dólares del lugar (el equivalente a una semana de salario medio en aquella época) hizo que muchos fans de los Beatles no pudieran verlos actuar.
Hong Kong fue una actuación un poco floja en un lugar pequeño. Se comportaron bien y parecía un público de color caqui. Tocamos, pero no creo que nos gustase demasiado el espectáculo, aunque al menos se nos oía.
Los Beatles no hicieron turismo durante su estancia en Hong Kong, pues creían que la atención de los fans podía resultar demasiado peligrosa. Al día siguiente volaron desde el aeropuerto de Kai Tak a Sydney, Australia. Sin embargo, esa mañana recibieron trajes a medida, “muy elegantes y brillantes, con los pantalones pitillo más ajustados”, según su jefe de prensa, Derek Taylor.
[I WILL, BILLIE FURY]
El 10 de junio se llevó una nueva sesión de mezcla de una hora de duración en Abbey Road, en la que George Martin supervisó la creación de una nueva mezcla mono de la canción de cierre del LP A Hard Day's Night, 'I'll Be Back', que sin embargo, nunca se publicó. Ese mismo día Los Beatles tomaron un vuelo a Sídney, Australia. Se les unió el disc jockey australiano Bob Rogers, que los acompañó durante esta parte de la gira y mientras esperaban su vuelo en el aeropuerto Kai Tak de Hong Kong, aprovechó la oportunidad para entrevistarles. Comenzó la grabación presentándoles la melodía de Waltzing Matilda.
Los Beatles volaron desde Hong Kong a Sydney, haciendo escala en Darwin para que su avión pudiera repostar. Aunque se trataba de una parada no programada, 400 fans los esperaban cuando aterrizaron allí a las 2.35 de la madrugada del ya 11 de junio. Una multitud de alrededor de 2.000 personas recibió a la banda en el Aeropuerto Internacional Mascot de Sídney.
La tormenta en el aeropuerto de Sydney fue increíble. Nunca había visto una lluvia como esa y, por supuesto, como todos los actos de violencia repentinos e inesperados, fue un shock para nosotros. En todas nuestras imágenes mentales, la llegada a Australia, el descenso mágico del avión con la primera visión de las Cuatro Cabezas no había sido imaginado bajo la lluvia. En nuestras mentes este descenso era soleado, seco, cálido y suave con bufandas y banderas ondeando con la ligera brisa...
Los Beatles dijeron que no habría posibilidad de abandonar el avión con semejantes condiciones meteorológicas. El avión aterrizó, provocando enormes ondas en la pista. Por fin estábamos en Australia. Detrás del repiqueteo de la lluvia y el rugido de los motores en marcha atrás se oía otro tipo de ruido. Un grito agudo e implacable. Un grito que no se detenía. Los fans. Cinco mil. Empapados, magullados y golpeados por la lluvia, tensos y nerviosos por la expectación, acorralados por la policía. Pero todavía allí, gritando y siendo leales.
Derek Taylor.
Aunque hacía frío y llovía mucho, los Beatles desfilaron ante la multitud en la parte trasera de un camión abierto.
Cuando llegamos a Sydney llovía a cántaros. Bajamos
del avión y pusieron a los Beatles en la parte trasera plana de un camión para
que la gente pudiera verlos. Llevaban paraguas y capas hechas en Hong Kong. El
conductor iba a una milla por hora y John se inclinaba y decía: "¡Más
rápido, más rápido!", pero no quería ir más rápido. Yo le decía:
"Vayan más rápido, está lloviendo a cántaros", y él dijo: "Estos
chicos llevan veinticuatro horas esperando aquí para ver a estos tipos".
Nada iba a hacer que este gran camionero australiano fuera más rápido. Cuando
llegaron al hotel, todos estaban azules porque el tinte de las capas se había
desteñido por completo; todos parecían antiguos guerreros celtas cubiertos de
tinte azul.
Neil Aspinall
[I GET AROUND, THE BEACH BOYS]
Para su sorpresa, una mujer corrió hacia el camión y arrojó a su hijo de seis años, discapacitado mental, contra los Beatles, gritando: “Atrápalo, Paul”, con la esperanza de que los Beatles pudieran curarlo. Afortunadamente, McCartney logró atrapar al niño aterrorizado, que se reunió con su madre tan pronto como pudieron detener el camión. Después del desfile en el aeropuerto, los Beatles pasaron por los procedimientos de aduana e inmigración y hablaron con la prensa. El hotel de los Beatles, el Sheraton, estaba en Potts Point, Sydney. El Chevron-Hilton, que estaba cerca de allí, los había rechazado por temor a que hubiera más gente a su alrededor. Sin embargo, su manager, Brian Epstein , sí se alojó en el Chevron.
El hotel Chevron Hilton de Sídney no nos dejó entrar porque no quería que se armaran revuelo, así que tuvimos que alojarnos en el de enfrente. Sin embargo, la multitud se quedó parada frente a su hotel, todos mirando hacia el nuestro, así que tuvieron el mismo problema.
George Harrison.
El equipaje de la banda llegó más tarde, pero John Lennon y Paul McCartney tenían ropa de repuesto para cambiarse. Lennon pidió prestados unos pantalones al encargado de prensa Derek Taylor y George Harrison saludó a los fans desde el balcón vestido únicamente con una toalla de baño. Aunque no pudieron salir del hotel, por la noche los Beatles dieron una serie de entrevistas, conferencias de prensa y sesiones de fotografía, y se reunieron con varios promotores de conciertos y dignatarios locales. También ese día, Ringo Starr fue dado de alta del University College Hospital de Londres, lo que le permitió volar a Australia para reunirse con el grupo.
[BAD TO ME, BILLIE J KRAMER & THE DAKOTAS]
Al día siguiente de aterrizar en suelo australiano, los Beatles volaron de Sídney a Adelaida en un avión alquilado por Ansett ANA, llegando a las 11.57 de la mañana del 12 de junio de 1964. Se estima que unas 200.000 personas se congregaron a lo largo de los 16 kilómetros que separan el aeropuerto de Adelaida del centro de la ciudad con la esperanza de ver la comitiva de los Beatles y más de 30.000 rodearon el ayuntamiento, donde se reunieron con el alcalde de la ciudad, James Campbell Irwin, junto con miembros del consejo y sus familias.
Nos sentamos en la parte trasera de nuestros coches y toda la gente había salido de sus casas y hospitales. Luego fuimos a la plaza. Nos subimos a la repisa de la chimenea del alcalde y saludamos a toda la multitud. Parecía algo sacado de Dodge City, caminos de tierra y una fachada de Rock Ridge, o eso es lo que me pareció a mí. Era como si dijeran: "El sheriff viene, ding, ding, ding". Tengo fotos que tomé sentado en la parte trasera de nuestro coche en la posición de JF Kennedy en la cabalgata.
George Harrison
Los Beatles recibieron koalas de juguete y John Lennon dijo en la recepción: “Dondequiera que vayamos, en cualquier parte del mundo, esta recepción que nos ha brindado Adelaide permanecerá en nuestros recuerdos”. El grupo fue acompañado por el DJ local Bob Francis de 5AD, quien los entrevistó en varios lugares, incluido el balcón del ayuntamiento. Francis también reservó la suite contigua a la de ellos en el Hotel South Australia, desde donde les dio actualizaciones a los oyentes cada hora.
Trescientas mil personas nos dieron la bienvenida a Adelaida. Fue como una bienvenida de héroes. El ayuntamiento era el tipo de lugar al que iríamos y todos estarían allí, en el centro de la ciudad. Si hubiera sucedido de repente, de la noche a la mañana, se nos habría subido a la cabeza; pero habíamos ido mejorando poco a poco, así que no fue así (no demasiado). Estábamos muy contentos de que todos hubieran venido.
Todavía estábamos lo suficientemente cerca de
nuestras raíces de Liverpool como para saber cómo nos sentiríamos y qué
significaría si hubiéramos aparecido en el centro de la ciudad para ver a un
grupo; así que pudimos sentirlo en su espíritu. Creo que lo disfrutamos
bastante. Puede resultar un poco agotador, pero ciertamente no lo fue en ese
momento.
Llegamos desde el aeropuerto. Lo mismo ocurrió en
Liverpool, donde se estrenó A Hard Day's Night, y el centro de la ciudad estaba
lleno de gente. La multitud se alineaba a lo largo del camino y les hacíamos un
gesto de aprobación. Luego fuimos al ayuntamiento de Adelaida, donde estaba el
alcalde, y le hicimos un gesto de aprobación nuevamente. En Liverpool estuvo
bien, porque todo el mundo entiende lo que es el gesto de aprobación, pero en
Australia es una mala señal.
Paul McCartney
Mientras tanto, Ringo Starr, que se había perdido la primera parte de la gira por enfermedad, voló a Australia vía San Francisco, Honolulu y Fiji, acompañado por Brian Epstein. Ringo se dejó su pasaporte en Londres, lo que retrasó el primer vuelo del viaje, pero finalmente se le permitió abordar el avión sin él. El pasaporte fue finalmente encontrado y enviado al aeropuerto de Londres, desde donde fue enviado a San Francisco y reunido con su dueño durante la escala del baterista el 13 de junio. Se habían recibido más de 50.000 solicitudes de entradas para ver a los Beatles en el Centennial Hall de Adelaida, que tenía sólo 3.000 asientos. El grupo hizo dos shows ese día y dos más al día siguiente.
El presentador fue Alan Field, y los grupos de apoyo fueron Sounds Incorporated, Johnny Devlin, Johnny Chester y The Phantoms. Los Beatles interpretaron las mismas 10 canciones en todos sus shows en Adelaida: 'I Saw Her Standing There', 'I Want To Hold Your Hand', 'All My Loving', 'She Loves You', 'Till There Was You', 'Roll Over Beethoven', 'Can't Buy Me Love', 'This Boy', 'Twist And Shout' y 'Long Tall Sally'.
Siempre recuerdo un concierto en particular, creo que fue en Melbourne [sic], haciendo el conteo inicial de "She Loves You", que era One, Two, dum be dum, "She Loves You", con el ritmo fuerte en "Loves". Miré a Jimmie [Nicol] y le dije: "¿De acuerdo?" y él dijo: "Sí". Bien, entonces... "One, Two" y se quedó paralizado y tuvo una especie de pérdida de conocimiento rápida. Presa del pánico, arremetió y dijo "crash" y de alguna manera la canción comenzó a funcionar.
George Harrison.
Aquí el recuerdo de George no es del todo cierto, ya que eso sucedió en Adelaida porque en Melbourne ya estaba Ringo.
[I SAW HER STANDING THERE, THE BEATLES LIVE ADELAIDA]
Brian Epstein vendió los derechos para que uno de los programas del 12 de junio fuera grabado para su emisión por radio. Se tituló Beatles Show y se transmitió el 15 de junio, con el patrocinio de Surf Detergent.
Los conciertos de Adelaida se grabaron para su posible lanzamiento en forma de álbum. Recuerdo que me llevaron a un estudio para escuchar y aprobar la grabación: para mis oídos acríticos, las cintas sonaban bien y les di la aprobación provisional que me habían autorizado a dar. Era una gran responsabilidad para alguien que hacía tan poco que se había convertido a la música popular, y me complací demasiado rápido y con demasiada facilidad. Lo que cantaron los Beatles fue perfecto para mis oídos. Los propios chicos describieron más tarde las cintas como "basura" (o uno de sus muchos sinónimos) y nunca se publicaron oficialmente, aunque sin duda han aparecido desde entonces como material pirata muy valorado.
Derek Taylor.
Esa misma noche se celebró un evento social en su honor en Adelaide Hills, aunque los Beatles y su baterista suplente Jimmie Nicol se negaron a asistir. En su lugar, celebraron una fiesta privada en la suite de su hotel.
[SHE LOVES YOU, THE BEATLES LIVE ADELAIDA]
Los Beatles tocaron su segunda noche de conciertos en el Centennial Hall de Adelaida, Australia, el 13 de junio de 1964. Como el día anterior, interpretaron dos sets, cada uno para 3.000 personas. Alrededor de 4.000 fans estaban acampados fuera del Hotel South Australia cuando los Beatles se despertaron poco después del mediodía. Por la tarde celebraron una pequeña recepción para los organizadores de su club de fans australiano.
Australia fue un gran momento, como la primera vez en Estados Unidos: aparecíamos en todos los canales y teníamos diez discos en las listas. Este fue otro. Es curioso, pero allí vino a vernos más gente que en ningún otro lugar. Creo que toda Australia estaba allí. Debimos haber visto a millones de personas antes de que nos dejaran ir. Había buena seguridad y todos estaban felices y gritando, pero aun así vimos a todos, dondequiera que íbamos, y nadie salió herido.
John Lennon.
Mientras tanto, Ringo Starr, que se vio retrasado en su participación en la gira por enfermedad, llegó a San Francisco rumbo a Australia. Dio una conferencia de prensa en el aeropuerto antes de embarcar en el vuelo de Qantas a Sídney. Los conciertos en el Centennial Hall del 13 de junio fueron los últimos con Jimmie Nicol como suplente de Ringo Starr, ya que al día siguiente, los Beatles se reunieron y el 15 de junio Nicol voló de regreso a Inglaterra.
[TWIST AND SHOUT, THE BEATLES LIVE ADELAIDA]
En el próximo episodio que dedicaremos a la historia de los Beatles dentro de dos semanas continuaremos con esta primera gira mundial ya con Ringo Starr de nuevo con sus compañeros, pero antes, la próxima semana, tendremos un especial en el que hablaremos sobre Jimmie Nicol. Muchísimas gracias por haber estado al otro lado hasta el final de este episodio 163 en el que hemos recordado como continuaba esta gira mundial de los chicos y evidentemente, muchísimas gracias también por ser la parte más importante de este proyecto que nació de la necesidad de compartir mi beatlemanía contigo. Espero y deseo que hayas pasado un rato muy entretenido en mi compañía y en la de Los Beatles y que este programa te haya servido para conocer un poco más de la historia de nuestros chicos.
Sin más me despido hasta la próxima entrega, pero no sin antes darles las gracias a John, Paul, George y Ringo, que son los motores para poner en pie todo esto y sin los cuales nada de lo que ha sucedido aquí en el día de hoy hubiera sido posible. Y ya sabes, a ti te espero dentro de siete días en Radio Oasis Salamanca, en Radio Free Rock o en tu plataforma de podcast preferida, para disfrutar nuevamente de Strawberry Fields, el podcast de los grandes beatlemanos. Concluye Strawberry Fields, un lugar donde el pasado se hace presente, porque el final vuelve a ser el principio, y donde el amor que recibes es igual al amor que das.
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